lunes, 9 de abril de 2012

Pies bellos todo el año


Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Cuando calienta el sol lo que provoca al común de los mortales es vestirse de manera ligera y fresca.  ¿Las mujeres? encantadas de poder lucir sus sandalias más bellas y sexys!  Hasta aquí todo bien, siempre y cuando se muestren a través de unos pies muy bien cuidados.

Medio en serio, medio en broma -aunque más en serio que en broma- acostumbro a decir que una mujer que use sandalias delicadas, de aquellas que muestran casi todo, con los pies hechos un desastre, deberían ser multadas.  ¡Sí!  ¡Multa por descuidadas!

Desde que nos levantamos hasta que nos retiramos a dormir, ellos, nuestros pies, han estado allí soportando nuestro andar y ajetreo todo el día, soportando el peso de nuestro cuerpo, llevándonos de un lugar a otro, secuestrados dentro de unos zapatos exageradamente altos o apretujados, y soportando una curvatura ilógica de esas tan de moda.  Tanta y tanta tortura y que no seamos capaces de darles un mínimo de masajes, mimos, cuidados, atención, cariño, ternura y más a nuestros pies?

¿Queremos que nos traten como si fuésemos una flor?...nuestros pies, también!

Díganme si no es cierto, que cuando están llenos de callos, con cascaritas, ásperos, cenizos, las uñas largas sin forma y sin pintar, a nosotras mismas nos produce una sensación de desagrado y rechazo.  ¡Son tan feos!  Encima te rompen las medias y si te descuidas hasta te raspan las piernas si te las rozan, ¡son una lija!  En esas condiciones, poco sirven las más hermosas de las sandalias, pues la atención se centra allí, allí, en esos pies sin comentarios.  ¡No hay derecho!

En cambio, un ratito a la semana para cuidarlos, como es debido, hacen una diferencia taaaan grande!  Un halo de coquetería, magia y femineidad nos envuelve.

Para ayudarnos a lograr esos pies soñados y tan deseados, una buena decisión es cubrirlos con la súper económica y popular crema vaselina y ponerse medias antes de dormir.  Al cabo de cinco días los resultados son casi milagrosos.  Un poquito de color y vida para esos pies que tanto lo merecen.  No lo hagamos para nadie, sino para nosotras mismas y el resto lo notará, y si no, basta con que cada una de nosotras lo haga para nuestra propia satisfacción,  así que, desde hoy...pies bellos todo el año!







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