miércoles, 28 de agosto de 2013

Yo tengo un sueño...50 años de aquel histórico discurso

Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo
     
     A cincuenta años desde aquel histórico discurso -28 de agosto de 1963- las palabras del inolvidable Martin Luther King, Jr. suenan y resuenan en aquellas escalinatas del Lincoln Memorial, en Washington D.C., vuelan entre blancas nubes arrojando desde lo alto una lluvia de coraje, valor y dignidad, navegan en el océano de conciencias dormidas haciéndoles despertar, estremecen el alma, vibran en el espíritu de aquellos que, como él, también abrigan y protegen en la profundidad de su corazón un sueño.  I have a dream...Y el sueño contínúa...
     
     Muchos son los valores que distinguen la magnificencia de esta gran nación llamada Estados Unidos de América, una vitrina a través de la cual el mundo contempla un hermoso abanico de oportunidades, de derechos y, especialmente, tal y como lo representa la majestuosa e imponente dama, en New York:  Libertad!

     Sin embargo, a casi medio siglo de aquel discurso memorable, para el cual muchos elogios no son suficientes, por la belleza de su contenido, por el mensaje bravío que de él se desprende, su gran lucha continúa.

     Si bien es cierto que se han dado grandes pasos en pos de su conquista, la consecución de todos los derechos inherentes al ser humano, falta más.  La discriminación persiste y se manifiesta en múltiples formas, sin embargo, hay que reconocer que, aunque lentamente, sí se ha avanzado.

     El mundo se sorprendió cuando en noviembre de 2008 la población votante de Estados Unidos dio como ganador a quien sería el primer presidente afroamericano, Barack Obama, siendo reelecto en las pasadas elecciones, noviembre de 2012.  Un hecho realmente histórico.  No cabe duda que fue un gran logro, un triunfo más sumado a la gran lucha de M.L.King…pero falta más…

     El racismo persiste, continúa y se refleja en diferentes escenarios:  en el deporte, en las escuelas, en las calles.  Cuántos inocentes víctimas de este mal son agredidos por grupos blancos sin otra razón que el odio racial, cuánta discriminación en el campo laboral...Si para cuando él pronunció aquel famoso discurso habían transcurrido cien años de la Proclama de Emancipación, un decreto esperanzador para millones de esclavos que veían en él un rayo de luz en el camino hacia su libertad, también es cierto que hoy,  medio siglo más tarde, queda un tramo largo por recorrer hasta llegar al punto de encuentro donde todos, hombres y mujeres, ancianos y niños, blancos y negros, logren mezclarse cual arco iris racial y religioso en serena armonía y plenitud, dando como resultado el más bello de los paisajes, revestido de paz y tolerancia, salpicado de amor, justicia y libertad!  

miércoles, 7 de agosto de 2013

Lo que la tecnología no puede suplir...


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Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

¡Qué regreso tan bonito, no?  Hay cosas que facebook, y toda la tecnología que se quiera inventar, jamás podrá suplir.  El contacto humano, la comunicación cara a cara, miradas, gestos y voces, jamás serán reemplazados por máquina alguna... Esto es cierto, sin embargo, no dejo de concederle cierto valor al desarrollo tecnológico, porque lo tiene.  Bien utilizado puede ser de gran ayuda.  De hecho, puede ser un gran aliado para aquellos que se dicen fríos y nada comunicativos, en estos casos, la tecnología se erige como una tablita de salvación, de protección, una herramienta con la cual logran desnudar sus almas y expresar aquello que de viva voz sienten que les resulta imposible hacer.  En estos casos sí que vale la pena, pero tanto mejor si en el camino logran que esa fluidez, lograda a través de una máquina, llegue a darse de manera real y concreta, más humana, entonces la tecnología estaría cumpliendo un papel extraordinario, nada más y nada menos que sensibilizarnos, acercarnos más los unos a los otros, y eso ¡no es cualquier cosa!

martes, 6 de agosto de 2013

Un poeta lo necesita todo

Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo
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Foto de Mi Granero Se Ha Quemado,
Ahora Puedo Ver La Luna
Esta frase me encantó y se quedó dando vueltas en mi cabeza y pensé que un poeta lo necesita todo o no sería nada!  Pues, qué sería de un poeta sin el azul e infinito cielo, sin su sol, su luna y sus estrellas, del ancho, misterioso y vasto océano, sin las flores, mariposas y ruiseñores, de las sombras de los árboles y su fresca brisa, y la corriente del río que suave se desliza, de la noche que acaricia, sin cuerpos que se buscan, qué sería de un poeta sin sus besos y sus manos, sin miradas soñadoras, sin suspiros, sin alegrías y tristezas, sin paz y sin enojo, sin la risa y sin el llanto, sin lágrimas, sin rostros, qué sería sin todo eso y más...Nada, no sería nada...Esos son los instrumentos con los cuales se construyen los versos más hermosos e inspirados, que brotan de un alma con el corazón enamorado...