viernes, 25 de enero de 2013

Una obra, nueva música



Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo


Hace poco mi hijo fue a ver el Fantasma de la Opera, en Broadway, y vino realizado, maravillado con los escenarios y sin explicarse cómo podían hacer tantos cambios tan rápidos entre una y otra escena.  

El punto es que después de ese día se la pasó escuchando los temas musicales de la obra y, tomando en cuenta que sólo tiene 18 años, me llamaba la atención verlo cómo disfrutaba esa clase de música, y no es para menos, pues hoy vemos que la mayoría de los jóvenes, como mi hijo, parecen más inclinados hacia temas y artistas que nadie sabe si están cantando o están peleando, pero música al fin y al cabo, aunque me alegra observar que mis hijos tienen buen gusto para la música, no están atrapados en un sólo género.



Luego, a los pocos días, me llenó la casa de Frank Sinatra el día entero! y encima lo escuchaba cantando con profunda inspiración cada letra, y eso que él no canta!  Le pregunté si realmente le gustaba Sinatra, pues hay que ver que "La Voz" es de hace un rato laaargo, de allí que no podía por menos que reírme.  Lo que era yo, estaba a punto de sentirme toda una Ava Gardner viviendo y escuchando esa música "a mi manera"...

Pero nada, si el ir a ver obras afamadas genera el deseo de incorporar nuevos ritmos y melodías para disfrutar, sumadas a las que ya se tienen, entonces bienvenidas sean las influencias, que en este caso son positivas y vienen a enriquecer la capacidad de apreciación musical.  ¡Viva la música!

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