domingo, 27 de enero de 2013

Bruno Amadio y sus pinturas de niños llorones



Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo



Desde que un diario divulgara la noticia de que el cuadro del Niño Llorón era lo único que sobrevivía a los incendios registrados años atrás en diferentes casas, una fama siniestra envuelve hasta el presente la vida del pintor Bruno Amadio y de sus pinturas de niños llorones.

Por más que busco y leo acerca del tema no logro encontrar testimonios o explicaciones de carácter profesional que le conceda credibilidad a tanto rumor.  Sería injusto atribuirle tan sórdida fama a un artista, que lo único que pretendía era dar a conocer sus obras, sin tener una base real, explicable.  Hasta ahora todo son meras conjeturas, suposiciones o conclusiones nacidas de la imaginación, de un morbo exaltado y quién sabe cuánto más.

Vuelvo y repito, como ya lo escribí en "El niño llorón:  ¿Un cuadro maldito?"  tengo más de 15 años de tener este cuadro y nunca nadie en la familia vio algo anormal o intimidante por el hecho de tenerlo en la casa.

Sus obras, basadas en niños llorando, son hermosas, no hay razón para otorgarle tan nefasta publicidad.  Si no hay forma de comprobar con precisión lo que se dice, para qué entonces fomentar tanto misterio con mensajes dañinos acerca del pintor y sus cuadros.

Poco se sabe acerca de la vida de Bruno Amadio o Giovanni Bragolin, como firmaba en sus cuadros.  Se dicen tantas cosas acerca de él y su trabajo artístico.  Páginas enteras chorrean tinta acerca del misterioso pintor y sus pinturas llenas de historias espeluznantes, nada que se pueda corroborar.

Con todo y lo que se dice, aún conservo el cuadro del famoso Niño Llorón.  Admito que inicialmente pensé en deshacerme de la pintura -no sin antes bendecirla- pero ahora no estoy muy segura de hacerlo, he aquí el resultado, tanta oscuridad lo envuelve que no nos damos cuenta cómo termina creando sugestión muy a nuestro pesar.  Pero nada, no sigamos echando leña al fuego, los cuadros son lindos, el pintor, probablemente, sólo quiso reflejar el dolor y abandono, tristeza y soledad de aquellos niños huérfanos como resultado de la Segunda Guerra Mundial, época en la cual le tocó vivir y cuyos recuerdos le acompañaron e inspiraron posteriormente para su hoy famosa obra.

Seguiré buscando más información y ya veremos qué pasa con mi cuadro del Niño Llorón, si lo conservo o qué hago con él.  Luego les cuento.




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