Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Una vez más, la frase viene a colación: "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz". A las palabras de Benito Juárez cabe agregar, también, el respeto entre las religiones.
La muerte del embajador de Estados Unidos y demás víctimas, pudo evitarse. ¿Qué necesidad hay de provocar la ira de los musulmanes realizando películas que ofenden e insultan sus creencias? Este fue el resultado luego de que un grupo enardecido atacara la embajada de Estados Unidos en Libia, como muestra de rechazo a la película titulada: La inocencia de los musulmanes.
No todos los musulmanes son violentos, pero bien es sabido por todos, que dentro del Islam hay grupos realmente fanáticos y delirantes, que ante una provocación reaccionan de manera lamentable.
El filme es una ofensa a sus creencias. Para los musulmanes Mahoma es tan importante como Jesucristo lo es para los católicos y cristianos. La producción está cargada de burlas y ofensas para el Islam. Al final, el problema no son las religiones, sino la falta de tolerancia y respeto entre las personas.
No se justifican los actos de violencia que dio como resultado esta tragedia, pero tampoco tiene sentido la provocación.
Esta clase de películas no debería permitirse, ya hay suficiente violencia en este mundo como para seguir avivando, aún más, las llamas del infierno. Paz, paz, paz...
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