jueves, 5 de julio de 2012

Facilidades en los supermercados



Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

     En Panamá, mi país, los supermercados son enormes y bellamente surtidos, nada que pedir al que más.  Cuando recién llegué a Estados Unidos me asombraba al ver, en los supermercados -en las neveras abiertas de frutas y vegetales- unas bandejitas con tres rebanadas de tomates, tres anillos de cebolla y tres anillos de ají o pimentón verde.  Lucían preciosas, pero mi reacción era de molestia al pensar..."esto seguramente es para esas mujeres flojas, con pereza para cocinar, deberían costar más, increíble", y seguía protestando más y más, no recordaba haber visto algo así en mi país, los vegetales iban enteros para prepararse en casa... al menos no recuerdo lo contrario.

     Para entonces, estaba convencida -o trataba de convencerme- que era un sistema dirigido a un público sin tiempo para nada, menos para estar en la cocina, lo cual es válido también, lo admito.

     Pero un día, mientras pasaba frente a los vegetales, ví a un señor de edad avanzada.  Padecía Mal de Parkinson. Era evidente su avanzada enfermedad a juzgar por los movimientos incontrolables de sus manos.  Me detuve  un instante, guardé distancia y con discreción lo observé.  Con gran dificultad trataba de tomar una de aquellas bandejitas con vegetales listos para su consumo.  Me autocuestioné, me juzgué con severidad.  Comprendí que todo tiene una razón de ser.

     Hoy, pienso que es fantástico que opciones como éstas existan para personas con discapacidades o que padezcan de alguna enfermedad difícil de sobrellevar.  En Estados Unidos no todos tienen a sus hijos o familiares al lado o cerca de ellos y tampoco todos están en condiciones de pagar para que alguien los atienda en casa -lo cual es muy costoso- por lo tanto, tienen que valerse por ellos mismos el mayor tiempo posible.  Facilidades como éstas son de gran ayuda para ellos, especialmente al momento de cocinar y preparse sus alimentos.

     Ahora, cada vez que veo aquellos empaques hermosos, llenos de colorido, recuerdo lo que pensaba al principio y sonrío para mis adentros, sólo que ahora lo hago complacida de que existan para la comodidad de quien más lo necesite...un día podemos ser nosotros...


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