lunes, 2 de enero de 2012

A DIOS ROGANDO Y NUESTRA SALUD CUIDANDO


 

   Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo
 
Con frecuencia veo en mi facebook una serie de mensajes vinculados al tema del cáncer.  La mayoría de las personas que lo publican, a su vez, solicitan a todos sus contactos que hagan lo mismo "...si tu crees que el cáncer es una terrible enfermedad, ponlo en tu muro...".  Luego, nos encontramos el mismo mensaje circulando entre cientos y miles de personas en la red, en respuesta a lo solicitado.

     Ahora bien, hasta qué punto somos conscientes de lo que representa ésta enfermedad?  Necesitamos que el cáncer toque nuestras vidas o la de un ser muy querido, o un gran amigo para prestarle la debida atención?  Cuán cuidadosos y responsables somos con nuestra salud?  Estamos realmente conscientes de lo que representa la salud en nuestras vidas?

     Alguna vez leí, hace muchos años, un anuncio que indicaba lo siguiente:  "la salud no lo es todo en la vida, pero sin salud todo lo demás es nada!".  Nunca lo anoté, sólo me gustó y lo guardé en los vericuetos de mi memoria y suelo compartirlo tantas veces como sea necesario, pues con que afecte positivamente a una persona, llevada por la reflexión, me doy por satisfecha.

     Los que me conocen de cerca, saben que mi padre vivió una vida longeva colmada de una salud privilegiada.  Fueron 102 años de vida!, se dice fácil, ciertamente no lo es.  Fue mi padre un ser realmente privilegiado en este aspecto, o fue realmente muy responsable con su salud?  Quizá ambas cosas.  Una vez me diría..."mi hijita, cuide su salud, la salud es el don más grande que Dios le ha podido dar".  Sin ánimos de entrar a discutir si es o no el mayor don que podamos recibir, lo cierto es que mi padre le confería un gran respeto, y por ende, era increiblemente responsable con este don para él tan importante.  De él me quedan muchas cosas, lecciones de vida que atesoro, mas el tema de la salud, que hoy me anima a escribir, es uno de los aspectos más destacados que me hacen recordarlo cada día, en cada comida, en cada alimento que llevo a mi boca.  Una adecuada alimentación era un tema del cual solía hablar con frecuencia y a la cual le confería su prodigiosa salud.

     Colocar en nuestro muro mensajes como los que refiero arriba es muy positivo.  Se despiertan conciencias dormidas.  Son voces que en el silencio de la palabra escrita gritan alto y nos hacen voltear la cara y reaccionar, y así, mirar de frente el rostro siniestro de una cruda realidad:  CANCER.  Celebro que se haga, mas no es suficiente.  No intento ahondar en el tema de la enfermedad en sí, corresponde más, en este sentido, a un profesional de la medicina o un experto en el tema, mi intención va dirigida hacia nuestro sentido de responsabilidad con nuestro cuerpo, uno solo.  Nuestro templo.  Nuestra salud!

     Que contradictorio sentarse y hablar acaloradamente del tema, mientras se disfruta una fría y deliciosa soda o bebida carbonatada, y si es de dieta mucho mejor.  Hablar de cáncer mientras se consume uno y otro y otro cigarrillo.   Mientras se ignora la importancia de una sana y balanceada alimentación.  Que importancia tiene tanta información circulando en los medios masivos de comunicación, si toda ella termina siendo ignorada casi con burla y con desprecio por quien la recibe?

     El cáncer como las guerras, las drogas y tantos otros males que aquejan nuestra humanidad, es un monstruo y pisa fuerte, golpea y destruye la vida de quien la padece y de sus seres queridos.  Trastoca el entorno familiar.  Afecta a todos.  Dios nos dio un cuerpo sano, es nuestra responsabilidad cuidar de él.  Debemos prestar atención a lo que ingerimos, pensar dos y más veces antes de consumir comida chatarra, sodas y todo tipo de productos contaminantes, su consumo frecuente conduce tarde o temprano a una enfermedad, en el peor de los casos a una tan terrible como lo es el cáncer.
   
     Pedimos a Dios constantemente por nuestra salud, y es muy cierto que en El todo es posible, sin embargo, no perdamos de vista nuestra cuota de responsabilidad, pues es una falta de respeto a El pedirle algo contra lo cual atentamos cada día sin piedad ni misericordia.  Pidamos y agradezcamos a Dios por nuestra salud, pero cuidemos de ella con responsabilidad.

     FELIZ ANO NUEVO 2012.  A LA SALUD DE TODOS!



   

2 comentarios:

  1. Podemos tener barriles llenos dinero pero si no tenemos salud, no tenemos nada!!!!

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  2. Asi es, Doris. De alli, nuestro deber cuidar de ella. Algo por lo que siempre doy gracias a Dios.

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