Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Una oración. La más breve que haya leído o escuchado jamás. Nunca la anoté, pues su brevedad permite memorizarla enseguida.
No acostumbro mucho ni hablar ni escribir acerca de todo lo relacionado con Dios, por considerarlo un tema sumamente profundo, y que respeto mucho para hacerlo con demasiada ligereza. Pero esta oración me gusta mucho y hoy la comparto.
Lo que sea que esté ocurriendo en tu vida, reza esta oración: " Providencia Divina del Sagrado Corazón de Jesús, encárgate de esto". Y "esto" - allí se hace la petición -, es todo aquello que deseamos con todas nuestras fuerzas resolver o hacer realidad en nuestras vidas. La Providencia Divina es la inteligencia superior, es la voluntad de Dios, entre otras extensas y amplias definiciones. El siempre sabe lo que es mejor para nosotros. En nuestra fe, así lo creemos.
Quizá muchos la conozcan, quizá no, para mi encierra mucha fuerza y poder. La invoco y siento que una "fuerza" especial camina junto a mi.
Claro está, pedirle a la Providencia de Dios que se encargue de nuestras cosas, no debe interpretarse como una forma de ignorar nuestras responsabilidades, entrega de nuestro esfuerzo y cumplimiento de nuestros deberes.
Invoquemos siempre a la Providencia Divina del Sagrado Corazón de Jesús. Propaguemos nuestra devoción en El. Que grandes cosas vengan a nuestras vidas...y, si no llegaran...amémosle igual!. Dios nos bendiga a todos.
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