Cuando los Nervios Traicionan

Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Cada persona tiene su buena dosis de inteligencia. Ser víctima de los nervios, es otro asunto.

Ya había visto videos como éste y, en especial, la fiesta que hicieron con la linda panameña cuando habló de Confucio y se creó toda aquella famosa confusión, que le dio la vuelta al mundo. Hay que ver que no perdonamos una y si yo no me sumo a la risa de los demás, entonces no tengo sentido del humor, es decir, tengo que aprender a burlarme de los demás para que vean que sí soy divertida...

Voy a defender a nuestra representante, porque me da la gana. Imaginémonos frente a miles de personas presentes en un mismo lugar y millones en casa, observando y escuchando lo que hacemos y decimos. Los nervios son atroces y nos pueden traicionar!. A la persona más sabida se le puede "blanquear" la mente repentinamente y luego, más serena, no dar crédito a lo que dijo y no dijo. Esto fue lo que quizá pasó con ella, los nervios la traicionaron y no todo el mundo es igual de perfecto y maravilloso, como aquellos buenos cristianos que la destrozaron con sus críticas sin piedad ni misericordia.

Los panamenos no deberíamos estar tan molestos con ella, al contrario, deberíamos darle las gracias, sí, las gracias y digo por qué. Gracias a ella, casi todo Panamá supo quién es Confucio! Pero, oh! sorpresa, hoy nos encontramos a más de cuatro riéndose a carcajadas, como si supieran perfectamente quién fue, es y será para el resto de la historia semejante personaje!.

Lo más probable es que ella si tenía la información en su cabeza, pero esta se le cruzó y la traicionó. Ella dijo que era un filósofo chino-japonés que inventó la confusión - me estoy riendo aquí para que no digan -. Confucio sí fue un filósofo, chino, creador de la doctrina del confucianismo que establece muchos principios, normas y valores que al día de hoy se toman en cuenta. Es una belleza. Si observan bien, ella acertó: sabía que era un filósofo, sabía que era asiático y dijo chino-japonés. Nosotros tenemos la mala costumbre de decirle "chino" a todos los que tienen ojitos rasgados, aunque en éste caso es lo acertado, pero no japonés.  En vez de decir creó, dijo inventó y por confucianismo, dijo confusión. No estaba tan perdida...pero nuestro peor enemigo yace dentro de nosotros mismos: nuestros nervios. Se dice que el mayor miedo al que se puede enfrentar el ser humano, es a hablar en público.

Ahora, la inteligencia de una persona no debe valorarse sólo por saber o ignorar un determinado tema. Estoy segura, que si en vivo y en directo se le pregunta a muchos de esos presentadores de TV, que tanto criticaron a nuestra paisana, algo de cultura de la buena, quedan en el aire - hay excepciones, claro está -, porque les digo algo y no se confundan: una cosa es estar bien informado y otra muy distinta es ser culto o culturizado, casi erudito!, y en los medios de comunicación encontramos a diario más basura y tonterías de las que se alcanza uno a imaginar. Pero la mediocridad vende y mucho...y quiénes la compran?...Sin comentarios... Alguien dijo: "encuentro la TV muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro". Acaso esto es lo que debamos hacer para evitarnos en el futuro tanta "confusión"...

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Las Misses han demostrado hoy en dia que tienen muchisimo por enseñarnos a nosotros los feos. Cada vez como que las preparan mas en sus casas de belleza naci...