Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Amanece y me desayuno un plato repleto de noticias alarmantes en Panamá. Caos y violencia apoderados de nuestro país. Grupos indígenas panamenos reclaman que se cumpla la promesa de no llevar a cabo la explotación minera e hidroeléctrica en su territorio y zonas aledanas. Como medida de protesta, se produce el cierre de la Vía Interamericana. Cientos de turistas, provenientes de diversos países, atrapados en medio del conflicto. Se registra la muerte de un indígena, lo cual exacerba aún más los ánimos de los protestantes. Desabastecimiento de alimentos, pérdidas millonarias y más...
Amanece y me desayuno un plato repleto de noticias alarmantes en Panamá. Caos y violencia apoderados de nuestro país. Grupos indígenas panamenos reclaman que se cumpla la promesa de no llevar a cabo la explotación minera e hidroeléctrica en su territorio y zonas aledanas. Como medida de protesta, se produce el cierre de la Vía Interamericana. Cientos de turistas, provenientes de diversos países, atrapados en medio del conflicto. Se registra la muerte de un indígena, lo cual exacerba aún más los ánimos de los protestantes. Desabastecimiento de alimentos, pérdidas millonarias y más...
Ante esta situación, urge un acercamiento lo más pronto posible entre ambas partes para encontrar una pronta y sana solución al conflicto. Aunque las últimas noticias, advierten el despeje de las vías de comunicación terrestre y la liberacion de los turistas atrapados, las protestas aún persisten y las consecuencias son impredecibles.
Es verdaderamente lamentable, que situaciones como estas sucedan en nuestro país después de todo lo que hemos vivido en un pasado muy reciente. Es increíble que en un mundo, donde lo que impera es el desarrollo de la tecnología, de la comunicación masiva a todos los niveles, nosotros aún no hayamos aprendido a comunicarnos como seres civilizados y, de manera pacífica, mediante el diálogo, encontrar soluciones justas y razonables.
En medio de todo, resulta comprensible la actitud de los indígenas, quienes siempre se han caracterizado por defender la conservación de la naturaleza, de las tierras, ríos y de todo nuestro eco-sistema. El presidente dio su promesa de no realizar ningún tipo de explotación minera. Sin embargo, el tema sigue bajo discusión.
"Si no les cumplo lo que prometo, me cuelgan del árbol más alto", esa fue la promesa que - en su momento - le hizo a los indígenas, afirmando que no habría explotación minera en sus tierras. Hoy, se sienten traicionados. Algunos, de manera jocosa, aseguran que el presidente no se reunirá con ellos en sus tierras, ya que lo esperan con un muneco que representa su imágen colgando de algún árbol. Acaso teme que los indígenas lo complazcan y sí cumplan lo que él mismo les pidió?. Por algo dicen: "no prometas lo que no será" ...
Ha faltado de parte y parte, verdadera disposicion para dialogar, negociar y llegar a un acuerdo satisfactorio.
ResponderEliminarEl pais no se merece esto!!!!!
Leía hace un momento, que se están preparando para llegar a un diálogo con la ayuda de la iglesia católica como mediadora. Esta noche viaja hacia Chiriquí el ministro de Gobierno con la intención de llegar a un acuerdo con la dirigencia indígena.
ResponderEliminarRealmente es lamentable que lleguemos a situaciones como estas, que como he dicho en otro momento, pienso que era evitable. Ahora toca llegar a una pronta solución por el bien del país, que bien dices, no se merece esto.
Te imaginas la imágen de Panamá en el extranjero? Turistas afectados que no querrán ni escuchar acerca de nuestro país después de semejante susto. Situaciones como estas pueden empanar en mucho lo bueno que se haya logrado hasta ahora. Ojalá, el impacto negativo sea mínimo.
El dano a nivel nacional e internacional es enorme!
ResponderEliminarDebo reconocer que los indigenas y su cacica han dado muestras de verdadera dignidad y han dejado claro que ya no son el pueblo abusado de hace siglos atras, ahora pueden dialogar, exigir y mantener una postura firme con respecto a los que desean. Lamentablemente tuvieron que recurrir a la fuerza para poder ser escuchados y que gente ingnorantes de su verdadera situacion, como yo, nos empaparamos de todo lo que han sufrido.
Como es posible que se les desaloja de sus valles para construir una hidroelectrica y al pueblo desalojado ni a las comunidades proximas se les suministra electricidad!!!!
Esto tiene matices muy profucndos que seria bueno explorar para comprenderlos!!!
Siempre se dice, que el desarrollo de proyectos de esta magnitud trae consigo un impacto positivo para la región donde se realiza, sin embargo, la realidad, muchas veces termina siendo otra, y no muy satisfactoria por cierto. Muchas veces pesa más el impacto negativo como consecuencia de estos proyectos.
ResponderEliminarCreo que hace falta más información y educación en torno al tema para una mejor comprensión de nuestra parte.