Navidad y Santa Claus

Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Se acerca la época más linda de todo el año:  Navidad.  Los hogares alrededor del mundo se aprestan a decorar sus casas con motivos propios de la ocasión que van desde luces multicolores, flores navideñas, hasta el tradicional árbol de Navidad y, por supuesto, lo más importante, la representación del pesebre, que simboliza el nacimiento del Niño Dios que vino al mundo para redimir del pecado a la humanidad.

En el nacimiento del Hijo de Dios, se encuentra la verdadera esencia del significado de la navidad.  Sin embargo, desde hace muchos años, es notable el papel destacado en la figura de Santa Claus, San Nicolás o Papa Noel, como se le conoce, y que para muchos vino a competir y desplazar el verdadero sentido de la gran fiesta universal del mundo cristiano.

Se dice que este personaje no es más que un producto comercial que invita al consumo indiscriminado y fuera de control.

Sin embargo, no todo es así.  En realidad, San Nicolás sí existió y lo que se cuenta de su historia es realmente bello y digno de imitar, sin que esto signifique que (Santa) deba ocupar el primer renglón en lo que a la celebración se refiere.

Santa Claus

Un día como hoy murió San Nicolás de Bari, figura que inspiró la creación del famoso personaje conocido como Santa Claus, Papa Noel, Viejito Pascuero, entre otros nombres en diferentes partes del mundo y que a media noche del 24 de diciembre, se aparece, sin que nadie lo vea, con regalos para todos los niños.

Nicolás de Bari, nació en una ciudad del distrito de Licia, en la actual Turquía.  Nació y creció en el seno de una familia muy prominente.  Desde pequeño dio muestras de gran desprendimiento y generosidad hacia los demás, especialmente a los más necesitados y los niños por quienes sentía una especial predilección.  Era feliz haciéndolos felices.

Siendo apenas un jovenzuelo, perdió a sus padres víctimas de una peste que azotó la ciudad donde vivían.  Entristecido por todo lo sucedido repartió sus bienes entre los afectados que tanta ayuda necesitaban.

Fue a vivir con su tío en Mira, actual Turquía,  donde se ordenó como sacerdote, llegando a ser obispo y donde murió el 6 de diciembre del año 345 cuando la ciudad fue conquistada por los musulmanes.  Secretamente, sus reliquias fueron extraídas y trasladadas a la ciudad italiana de Bari donde actualmente reposan.

Se le adjudican cientos de historias, basadas principalmente en sus milagros.  Se le recuerda por su alma noble y generosa hacia los pobres lo que derivó en una profunda admiración hacia él, tanto que llegó a convertirse en santo patrón de Grecia, Turquía y Rusia, además de ser nombrado patrono de los marineros.  Más de dos mil iglesias portan su nombre alrededor del mundo.

Con el pasar de los siglos la imagen de San Nicolás derivó en el mundialmente famoso Santa Claus de hoy, un gordito bonachón que ríe mucho y que es feliz haciendo feliz a los demás con sus generosos obsequios.  Sin embargo, hoy, Santa es objeto de grandes cuestionamientos.  La crítica obedece al elevado consumo registrado año tras año en el mes de diciembre.  Se teme que la navidad sea vista sólo como una fiesta llena de regalos y cenas abundantes, ignorando lo que en sí misma representa.

Actualmente varios países promueven campañas en contra del famoso personaje, cuya intención no es otra que destacar el nacimiento del Niño Jesús, como se ha dicho.

Conclusión

Queda la responsabilidad, a nivel familiar, de inculcar en los niños el verdadero sentido de la Navidad.

Que lo más importante no es Santa, con su saco lleno de regalos, sino el nacimiento del Redentor.

Que conozcan la historia del que un día (San Nicolás) supo desprenderse de cuanto poseía por ayudar a los demás, sin por ello considerarlo (Santa) la razón principal de la gran celebración.

Que los sentimientos de generosidad y actos de bondad deben prevalecer en cada uno, no sólo en navidad, sino cada día, ofrendando así el mejor de los regalos al Niño Dios, quien todo lo dio por la salvación del mundo.