sábado, 25 de agosto de 2012

Bendita soledad...a ratos, sólo a ratos...


Por.  Miriam Rizcalla de Cornejo

¿Quién dijo que la soledad es mala compañía? De manera perenne, quizá, pero a ratos es una bendición e incluso una necesidad. 

Facundo Cabral decía: "...en la soledad me conozco, algo fundamental para vivir...".

En soledad se piensa sin discusiones, se medita con serenidad, se recuerda el bien, se ignora el mal, se reflexiona, se acarician los recuerdos, se sueña despierto, se llora, se reza sin distracciones, se está más cerca de Dios, se transporta a otra dimensión...

En soledad se disfruta un buen libro, se escucha la mejor música, la que más deleite al alma pueda producir, se devora con placer y con pasión un suculento helado, una barra de chocolate, un buen vino, una taza de café...

En soledad acuden los amigos consentidos, esos que hablan en silencio, que lo han dicho todo, o casi todo.  Un placer "escucharles", seguirles, compartir con ellos...

No.  La soledad no es mala compañía  o mala consejera...Es como un viejo y buen amigo al que se tiene tiempo sin ver, cuando llega se disfruta tanto su presencia...  Bendita soledad, alimento para el alma...un bien necesario, a ratos, sólo a ratos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario