miércoles, 15 de agosto de 2012

Quéjate...pero habla!



Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Si te quejas, quéjate, si no te quejas, no te quejes...un dicho, casi reflexión, que lleva a meditar en el fondo de su mensaje.

El ser humano vive quejándose con frecuencia, tanto que para muchos pudiera convertirse en un mal hábito sin darse cuenta.

Lo curioso y preocupante es que se quejan de lo que les sucede, pero no enfrentan a las personas o situaciones que les causa tanta pesadumbre y disconformidad.  Todo, a excepción de la muerte, tiene solución.

Si te quejas, quéjate...es decir, lo que esté marchando mal, en el renglón que sea, si se siente que ha alcanzado niveles intolerables, debe ser puesto sobre la mesa correspondiente y tratar de encontrar un arreglo.

Si no te quejas, no te quejes...es decir, para qué gastar la poca o mucha energía disponible si no se toman cartas en el asunto?  No tiene sentido.  Es mejor guardar silencio y no ir por la vida amargándose y encima torturando la vida de los demás que tienen que aguantar semejante letanía a diario sin tener parte en el asunto.

Todo lo que altere el estado emocional de una persona debe ser tratado para vivir una vida mejor.  Cuando los problemas se guardan por mucho tiempo y no se liberan adquieren grados de toxicidad con los cuales todo resulta insostenible.

Si te quejas, quéjate no necesariamente es entrar en conflicto, es ir en busca de una solución, pero sí hay que hablar!...Si no te quejas, no te quejes,  ésta es una decisión arriesgada, pues pudiera llevar a cualquiera a un estado de impotencia, frustracion y lo que es peor y peligroso:  Depresión.  No se guarde nada que le perturbe.  Espere el momento adecuado y hable!





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