sábado, 25 de febrero de 2012

Historia de un calzoncillito...


Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Qué rápido se pasan  los primeros años de los niños.  Mi hijo aún no había mudado sus primeros dientitos cuando ya andaba entusiasmado con los siempre famosos y favoritos súper héroes.  Superman, Batman y Robin, Spiderman y cuantos puedan existir, pero a sus cuatro añitos, su favorito sin lugar a dudas fue Spiderman.

Tanta era su fascinación, que tan pronto como me encontraba con algo alusivo al personaje trataba de traerlo a casa para verle su carita de alegría.  Esta  costumbre me trajo muy malos ratos desde aquel día en que me encontré, por sólo 79 centavos, un curioso calzoncillito diseñado todo con el bendito hombre araña.

¿Cómo entender la mentalidad de un niño?  Cómo iba a suponer el gran lío en el que me estaba metiendo? Cómo no atiné a comprar una docena a ese precio?   Sólo compré uno, eso fue lo peor, uno sólo!  Su amor por el bendito personaje llegó a tanto, que el bendito calzoncillito si podía usarlo cada día con gusto lo hacía.

Llegó el momento en que hubo que lavarlo de un día para otro y secarlo a punta de plancha, porque si no, el niño no se vestía.  Era tal el zafarrancho que se formaba, que me provocaba traer a Superman y a Batman y Robin juntos con el Chapulin Colorado, para que le dieran un trancazo al Hombre Araña a quien llegué a detestar y culpé por los malos momentos que me hacía pasar.  Era algo apoteósico!

Al bendito calzoncillo, de tanto lavarse, se le hizo un huequito chiquitito en la parte de atrás, lo que cubre la nalguita, no importaba, pero con tanta lavadera siguió aumentando y allí me ví en la necesidad de agarrar aguja e hilo y remendar el huequito.  Todo bien por un tiempo.  Luego, la lavadera por supuesto siguió y el huequito aumentó su tamaño y nuevamente, a remendarlo otra vez!  y  así sucesivamente, hasta que el huequito se transformó en un agujero enorme que cubría cualquier cosa menos su diminuta y privada anatomía.  Toda su aterciopelada nalguita quedaba expuesta a la vista!.

No había capacidad de diálogo ante aquella fascinación por su amigo, el héroe trepador, el Hombre Araña.  Pero como nada es para siempre, en el transcurso de esta pesadilla mi niño fue creciendo y conforme crecía desaparecía el entusiasmo por su prenda favorita de vestir.  Nuevas figuras vinieron en mi auxilio captando su atención y salvándome poco a poco de aquella agonía,  pero el dolor de cabeza que me hizo pasar nadie me lo quita.  Hoy lo guardo en mi memoria como dato gracioso de su infancia y también reposa guardado en alguna bolsa, junto a otros objetos, como recuerdo muy preciado de una época adorable que ya se fue... pero que supe disfrutar...

2 comentarios:

  1. esta bienbonito y me gusta como cuentas las historias y transmete el amor por tu hijo y la nostalgia "del tiempo que pasa" por lo que te refieres a si estoy atraidi por la religion Rastafari te digo que no es una sobrina que no puede confiarse a sus padres porque no la comprenden ahora ella prefiere confiarse a mi y contarme "sus enormes problemas de adolecente" he leido la Biblia y el Coran y sin embargo no soy ni catolico ni musulman es simplemente un deseo de aprender parapoder comprender y asi tener los conosimientos para poder tener ciertas respuestas para mi sobrina y hacerme una idea y una opinion.

    ResponderEliminar
  2. Sabes? En ocasiones me siento feliz viendo crecer a mis hijos y al mismo tiempo triste por los anos idos, los de la infancia, los mas tiernos...ley de vida. De alli, la importancia de tratar de disfrutar cada momento, siempre!

    Como te decia, si no es por ti no me entero de esta religion, Rastafari. Dios Santo! cuantas religiones hay?

    Que fue lo que mas te gusto del Coran? o que no te gusto?

    Hoy estuve leyendo acerca de un tema muy controversial: la practica del yoga y la religion catolica. Es todo un tema. Quiero escribir algo acerca de eso, me gustara saber tu opinion.

    ResponderEliminar