viernes, 24 de febrero de 2012

El vino, pero en copas de cristal


copas-uvas-vino-blanco-vino-tinto
Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Dijeron que sería una fiesta...digamos, algo glamorosa, 

al llegar todo parecía indicar que así sería, 

hermosos ramos de rosas por doquier que se lucían, 

luces, música y un ambiente encantador imperaba, 

una noche fabulosa a todos esperaba...

Presuroso alguien se acerca, pregunta qué me puede brindar, 

entusiasmada -de lo que tienen- me aventuro a preguntar, 

entre una y otra oferta opto por el vino, que presto a mi presencia vino, 

¡Oh! cuán grande sería la sorpresa y desencanto revelado ante mis ojos

cuando a mis manos llega increíblemente y cual despojo

aquel preciado líquido... ¡en un vaso de plástico vertido!...

desencantada me quedé mirando fijo y pensé que no era justo semejante insulto 


¿Cómo osan humillarlo así de esta manera?

No amerita ser experto para saber que no es una cosa cualquiera

que al vino le acompaña y engalana una milenaria historia, llena de gloria,

todo un proceso, complejo y fascinante, 

donde interviene una serie de elementos, para su elaboración, determinantes

un mundo pletórico de arte, precisión, cautela y más que le acompaña -igual que a su refinada amiga, la champaña- 

desde la tierra en la que se siembran, crecen, cultivan y cosechan con afanes las multivariadas uvas,

más todo lo que sucede hasta llegar a la botella que destaca en nuestra mesa

y que verdaderos expertos preparan con destreza...

Un líquido presente a lo largo de la historia, 

protagonista de eventos importantes, políticos y familiares, 

y del cual se han escrito libros interminables

no puede ni debe ser por menos que servido en elegantes copas de prístinos cristales!


No hay comentarios:

Publicar un comentario