Deportes, entretenimiento o violencia?

Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

   Corridas de toros, peleas de gallos, lucha libre, boxeo y más son algunas de las actividades consideradas por un gran número de personas como deportes y entretenimiento.  ¿Realmente lo son?  

   Desde hace ya varios años, los grupos pro-defensa y protección de los animales, alzan su voz cada vez más alto en contra de estas actividades que suponen llenar de entusiasmo y diversión al espectador...

   Para muchos, la fiesta taurina es algo cultural, es arte, es belleza...algo similar fueron las palabras del escritor peruano y premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa.  En una entrevista, realizada recientemente, dejó muy clara su opinión al respecto, un verdadero aficionado a las corridas de toros, actividad que parece defender y estar de acuerdo para que continúe adelante.  Sin embargo, más allá de lo que se diga para su defensa, resulta innegable el grado de violencia al cual se ve sometido el animal, una verdadera sesión de tortura!

   En Panamá las peleas de gallos son muy populares.  Los aficionados realmente se lo toman en serio.  Las apuestas van y vienen sin mayor regulación.  Para todos, presenciar aquellos combates sangrientos, puede ser tan divertido como ver un juego de fútbol o cualquier otro deporte.  A pocos parece conmoverles aquellos picotazos, que muchas veces suelen dejar seriamente lastimados a los gallos y, en el peor de los casos, sin vida a uno de los contrincantes.

   La lucha libre y el boxeo no se quedan atrás. Seres humanos arremetiendo contra el otro, detrás del bullicio y la emoción, un gran negocio.  La gloria más grande que ha tenido Panamá en el mundo boxístico tiene nombre, apodo y apellido:  Roberto "Mano de Piedra" Durán!  Todos desde la infancia emocionados con sus triunfos, el mundo entero le conocía.  Muchos se referían de Panamá en el extranjero, como:  "Panama Canal, Panama Durán".  Orgullo nacional y muy querido por los panameños, incluída quien escribe, pero con el tiempo se crece y la visión del boxeo, como deporte, toma un giro distinto.

   En el caso particular de la lucha libre y el boxeo -a diferencia de los animales- es que lo practican seres humanos, seres pensantes, por lo tanto tienen la opción de decidir si forman parte de estas prácticas o no.  En el caso de los animales simplemente no tienen alternativa, presos de sus dueños son entrenados y tirados al ruedo, a su suerte.

   Lo cierto es que, al margen de sus combatientes, humanos o animales, estas funciones venden una imagen plagada de violencia, mensajes nocivos en tiempos cada vez más difíciles y vulnerables a nivel mundial.

  Con el tiempo todo se empieza a ver desde otra óptica.  ¿Deben continuar las peleas de gallos tan populares en muchos países?  ¿Las corridas de toros?  ¿La lucha libre y el boxeo?  ¿Todos ellos son deportes o espectáculos violentos?  El aspecto cultural se puede comprender tomando en cuenta que algunas de estas actividades se practican desde hace siglos y la afición fue dándose de generación en generación, pero...¿en qué consiste el arte y diversión?  ¿La sangre y el dolor produce placer y admiración?  ¿Importa esto o sólo interesa cuidar y preservar la continuidad de la industria enorme que se agita detrás de cada espectáculo?

  Las campañas seguirán adelante, las voces de protesta continuarán y el eco de esas voces, quizá transformen en el futuro lo que parece desfigurado hoy...