miércoles, 3 de abril de 2013

Nicolás Maduro y su pajarito cantor

Foto  desdelarepublicadominicana.blogspot.com

Por:  Miriam Rizcalla de Cornejo

Ni más ni menos, el hazme reir de todo un país a nivel internacional.  Como dirían en el mío, "ahora sí que la botó" Maduro con su pajarito cantor, de pronto y eso es lo único que tiene en la cabeza, revuelo y aleteos de pajaritos, qué tristeza!  

Miren que hacernos creer semejante cuento de pajaritos!  Y lo más triste es ver ese gentío riendo, aplaudiendo y celebrando a su alrededor semejante ridiculez, algunos incluso lucían pensativos, como si estuvieran escuchando a una autoridad respetable en temas espirituales, estos son los que más preocupan, ya sabemos que el resto son una carga de aprovechados que sólo buscan sacar ventaja de la situación y para eso es necesario aplaudir las sandeces de este mequetrefe.   

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Qué relajo y falta de respeto de parte de este señor, incapaz de respetar la memoria de su supuesto idolatrado Chávez.  A toda costa busca capitalizar a su favor su imagen imitando pobremente su estilo y personalidad.  Verlo y escucharlo cómo silbaba es más para llorar que para reir, aunque a los presentadores de TV la sonrisita de burla les era imposible de disimular.  Qué bochorno!

He compartido con grupos de venezolanos y ciertamente me parecen muy centrados en sus juicios y opiniones, personas muy inteligentes, pero este sujeto y comitiva dejan muy mal parada a Venezuela.  ¿Hasta cuándo?

Ver una oposición sumamente entusiasmada es esperanzador.  Dios quiera y esta pesadilla pronto termine por el bien de este pueblo, pues de lo contrario les esperan días de profunda amargura e incertidumbre.  Si Chávez preocupaba, éste petrifica, hay algo en él que indigesta tan sólo escucharlo, algo perverso, lo que no alcanzó a hacer Chávez, él sí lo hará, y donde que tenga el poder al mando, pobre Venezuela!  Chávez, con su cantadera, por lo menos me hacía reir en ocasiones -por el ridículo que hacía, como lo haría yo también si me da por la cantada- pero Maduro no sólo no hará reir a nadie, sino que arrancará lágrimas de sangre, porque lo que le espera a Venezuela con este sujeto no promete ser nada bueno.  Dios salve a nuestro hermano país de Venezuela!

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