Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Foto tomada de www.lanacion.com.ar |
El clima de tensión que azota al hermano país de Venezuela es realmente lamentable. Los niveles de violencia se han acrecentado en los últimos días. Marchas multitudinarias como muestra de rechazo al gobierno actual. Un país disconforme. Un pueblo desesperado. Un régimen totalitario y abusivo. Libertad de expresión coartada. Las redes sociales juegan un papel importante en estos momentos. Una diversidad de videos con información de lo que se vive cada día en las calles se difunde a cada tanto en la internet, sin que estos puedan ser controlados por el nefasto gobierno del presidente Maduro, en Venezuela. El mundo observa con horror y tristeza lo que ocurre. Altos niveles de injusticia y atropello por parte de un gobierno autoritario y prepotente, son la tónica constante. Un sentimiento de impotencia flota en el ambiente, se ve, se escucha, se siente en el pueblo, un pueblo asfixiado a más no poder y dispuesto a derramar su propia sangre con tal de poner un punto final al desastre en el que han convertido a Venezuela, primero Chávez y ahora su actual heredero, Nicolás Maduro, seres enfermos de codicia, ambición y de poder. El que alguna vez fuera uno de los países más prósperos de latinoamérica, hoy figura como uno de los más pobres. Alimentos y productos básicos e indispensables brillan por su ausencia. Sus dirigentes no tienen cómo explicar con un mínimo de sensatez la situación, al hablar sólo generan aún más indignación, tanto como la de sus adeptos, que al defender al régimen chavista omiten lo que a todas luces es evidente y saltan a defender lo indefendible. El mundo con los ojos puestos en Venezuela hoy. Un llamado a la comunidad internacional se eleva cada vez con mayor fuerza buscando apoyar al pueblo venezolano en su lucha por su liberación, llamado que suena y resuena en los medios masivos de comunicación con mayor intensidad. ¿Qué pasará con Venezuela? ¿Logrará el pueblo venezolano su obejtivo? Ante las fuertes protestas, marchas multitudinarias y poderosa presión ejercida por millones de ciudadanos ¿renunciará Nicolás Maduro? Más allá de simplemente lamentar la situación caótica en la que se encuentra inmerso este país suramericano, estrangulado por más de una década por un gobierno mezquino y corrupto dispuesto a destruirlo con tal de lograr sus propósitos egoístas ¿surgirán las voces y acciones como apoyo necesario para sacarlos del caos en el que se encuentran? ¿Qué pasará con Venezuela?
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