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| Imagen pág. Mi Granero Se Ha Quemado, Ahora Puedo Ver La Luna |
Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
¿A quién no le ha pasado? Un verdadero arranque de alegría ¡y ahí estamos! Cantado a todo pulmón alguna canción de moda, o alguna de nuestras favoritas. Los dueños de una garganta privilegiada, una voz fantástica, se la pasan de lo lindo, pues saben que se lucen entonando hasta las notas con mayor grado de dificultad, en cambio otros, que sabemos que la cantada no es lo nuestro, desorejados y todo, agarramos una inspiración que hasta llegamos a creer que vamos bien, a la par del artista, y ahí estamos, cantando a más no poder alguna melodía y de pronto ¡zas! y nos vamos por otro lado. Toda nuestra inspiración parece derrumbarse, y he allí cuando nos escuchamos decir la clásica de siempre: ¡Se equivocó el cantante! ¡Ah, sí! Seguro que al artista se le olvidó la letra, porque nosotros íbamos bien. ¿Alguien se identifica con esto? Seguro que sí. ¡Qué más da! La vida es música, alegría! Sin música ¿qué sería la vida? A cantar se ha dicho, desorejados y desafinados, como sea, aunque no sepamos la letra ni cantemos bien, hagamos de la vida una canción, cantando a todo pulmón.
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