Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Me lo prometió y lo cumplió. Hoy es mi cumpleaños y mi hija Melina me había advertido que hoy, muy temprano al amanecer, me despertaría para felicitarme, y así fue. Todos lo hicieron. A las siete de la mañana me cantaron el HBD, con velita y todo, antes de agarrar rumbo cada uno.
Horas después me dí cuenta qué día era: Viernes de Cuaresma!...
En las horas siguientes me debatía pensando en qué preparar y, aunque me aplico cocinando y tengo un nutrido menú que omite la carne, finalmente me decidí por la que sería mi cena...honor a quien honor merece! ¡Sardinas!!!
Sí. Hace mucho tiempo no compraba una lata de esas ovaladas con sardinas en salsa picantita. Pero fiel a mi estilo, a saber cuál es, la transformé con mis habituales vegetales para darles un toquecito de sofisticación: Anillos de cebolla, pimentones, apio y todo lo que encontré por ahí.
De manera que mi cumpleaños quedó glamorosamente celebrado con un buen plato de Sardines gourmet a la Miriam con vegetales y limón.
Mis hijos me preguntaban ¿en serio, mami, hoy en tu cumpleaños? ¿Por qué no? Hasta cierto punto satisfice un capricho, ¡un placer! lo cual no me alegra, pues le resta valor a la acción del día. A ver, ¿qué sentido tiene disfrutar un buen salmón en salsa de qué se yo, o de unos langostinos al ajillo con copita de vino y toda la cosa, ensaladas multicolores que alucinan y bien atendida en un restaurante? ¿En viernes de cuaresma? ¡Vaya sacrificio! así, que tooodos los días sean iguales, qué delicia...
Bueno, al final mi arroz con sardinas y vegetales no pudo quedar mejor, luego una probadita del dulce y,... voilá, la pasamos bien!
Feliz mi cumpleaños y, como diría un amiguito por ahí, felices los felices! Chin chin!!!!
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